Posiblemente disfrutes hasta el día de hoy de las grandes obras del genio de Beethoven o quizás simplemente algo que te atrae sobre su vida y obra.
Acá es donde nuevamente me adentro apasionadamente a intentar descubrir más sobre este tipo de sorprendentes personalidades creativas, surgiendo este disparador como titular: ¿Sensibilidad sólo de Genios?
Alguna vez nos preguntaremos ¿Cómo hizo Beethoven para componer tantas obras exitosas siendo sordo?
Y en esta apasionante investigación sobre los procesos afectivos y creativos en los grandes genios, voy descubriendo a modo de hipótesis, que Beethoven a través de su sensibilidad captaba-escuchaba una música misteriosa que le brotaba desde sus profundidades.
Es por ello era tan innovadora y auténtica, todos se asombraban del estilo de música maravillosa que él proponía.
Siguiendo el hilo de la hipótesis; Existiría en nosotros una inédita música misteriosa profunda, que nuestra sensibilidad podría ir captando a través de vibraciones y resonancias corporales, las cuales encenderían la chispa de la pasión creadora y no solamente para crear música, también para recrearnos, descubrir mas sobre nosotros mismos.
Una música que nos hace esencialmente humanos, de una energía creativa inédita, la cual si aprendemos a escuchar, se irá transformando con el tiempo en la música que conocemos, pero esto requiere indefectiblemente de un primer paso esencial:
Reconocer como vivimos y pensamos habitualmente, ¿dejamos aflorar la sensibilidad o la tapamos?, que nos impide desarrollar algo tan esencial en lo humano que nos ayudaría a trascender la cultura imperante.
Reflexionaba.. ¿Porqué las personas sensibles padecen más la realidad y desconocen los procesos creativos profundos?
Continuando con la hipótesis; existiría en ellos una esencial energía vital creativa, que les permite percibir mucho más que el común de las personas.
Por un lado, captan de manera intuitiva eso sano profundo y bello de otras personas y por otro, también captan la insensibilidad y degradación humana.
Estas personas mas sensibles, producen mayor energía, la cual se enciende y potencia con otras personas de similares características, generando un ida y vuelta esencial humano en lo relacional, donde se gestaría una energía de vida inédita.
Pero cuando nos cruzamos con personas, lugares que nos apagan o sacan ese valiosa energía de vida, nuestro cuerpo ya no vibra o resuena como antes.
Se va enfriando esa pasión creativa por descubrir, nos va quitando las ganas de compartir, haciendo que el Alma se entristezca y aisle.
Existe en nuestra genética humana esa necesidad de relacionarnos, así como cuando por ejemplo; disfrutamos asombrados de esa bella capacidad en los niños, que sin tapujos establecen relaciones y juegan de manera tan sana y natural.
Esa necesidad profunda de relacionarnos, conversar, compartir, disfrutar con el otro, y que cada día cuesta más eso tan esencial de poder mirarnos y sentirnos mutuamente, disfrutar de una sonrisa, mirada.. otros matices, y que pareciera tan ajeno al ojo humano.
Pareciera tenemos prohibido sentir, y desde allí intentar escucharnos más, hablar menos con nosotros mismos, que no sea un soliloquio narcisista que aplasta o desintegra al otro.
¿Porqué no tomarnos en serio la sensibilidad humana? intentar darle mayor rigurosidad, ese respeto que merecen las personas que se van haciendo cargo de ello, que conllevaría un proceso mas profundo sensitivo corporal, pero que tenga que ver con lo sensitivo corporal creativo de las personas con esa digna y vital sensibilidad.
Destacando que esta sensibilidad requiere de otro espacio-tiempo al habitual, dado que no se trataría de «hacer lo que siento y de manera espontánea..» como suele suceder habitualmente.
Sino de un proceso más profundo, riguroso, que se diferencia claramente del; «Aquí, Ahora, ya.. de esa espontaneidad», por eso es clave esa sensibilidad para atravesar momentos de suma incertidumbre, de la pasión que impulsa por descubrir y escuchar esa música profunda, y que en Beethoven al principio no era para nada clara, pero si muy sensitiva.
Allí resulta esencial ese inédito espacio-tiempo-vital, el cual irá delimitando y discriminando de los tiempos habituales, de la espontaneidad del «aquí y ahora», dando lugar a las ideas potencialmente creativas.
Parece un digno lugar desde donde no sólo piensan-sienten y viven ellos, sino que lo hacen en función del otro y del contexto de la realidad.. lo social y relacional se encontraría en ellos más a flor de piel.
En la medida que sigo investigando ciertos personajes de la historia, como este caso de Beethoven, voy descubriendo la enorme sensibilidad que van desarrollando y el grado de importancia que implica en los procesos creativos-afectivos profundos.
Aquí es donde refuerzo la hipótesis; De esta sensibilidad ellos no serían conscientes, lo harían de manera intuitiva, se van dejando llevar por eso profundo sensitivo corporal que los va llamando, y que luego irán tamizando ese flujo de las ideas creativas, donde transmiten esa pasión que va cobrando vida nuevamente, y además la genialidad de la obra creada. (no sólo quedarnos con el ¡Eureka!)
Estructuras que se arriesgan en adentrarse en caminos inexplorados, donde resuena una música profunda nunca antes sentida, escuchada. Esa música esencialmente humana que somos y que deberíamos ir descubriendo para potenciarla y potenciarnos mutuamente.
Suele suceder que estas estructuras sensibles, si bien tienen un alto grado de curiosidad y se hacen preguntas fuera de lo común. No suelen contar con una personalidad firme y consistente, hasta pareciera que esa profunda sensibilidad les jugara en contra.
La cultura, los sistemas habituales no suelen colaborar para que ella se fortalezca (aunque muchas veces parezca que si), sino todo lo contrario, se vaya sintiendo cada vez más inseguro, debilitando esa estructura, forzando a que sea uno más, promoviendo la masificación social.
Esto va provocando que no existan diferencias entre las personas, y tan necesarias, más aún para valorar y reconocer este tipo de estructuras de pensamiento creativos sensibles, por ello hago especial hincapié en la rigurosidad que debería tratarse esta temática, y no dejarla al azar o al libre albedrío.. particularmente quienes proponen ser mas creativos a pelando simplemente al «Yo siento», (sensibilidad creativa; espontánea, fugaz y fragmentaria).
Pero en esto de intentar hacer que «encaje» ese pensamiento sensitivo creativo, en el mismo molde que los demás, les genera esa insoportable incomodidad, que conlleva inevitablemente a ciertos efectos (síntomas).
Pareciera en este tipo de estructuras, de inteligencia mas sensible, algo muy profundo los lleva a no repetir la historia ni lo que dicen los demás, necesitan cotejar con los hechos concretos de la realidad y hacer su propia experiencia.. aunque los sistemas hasta ahora atenten contra ello.
No suelen copiar ni identificarse con otros, hay una búsqueda constante por descubrir más sobre ellos mismos y de la realidad, reiterando se trataría de un proceso muy profundo, inédito espacio-tiempo mediante, que los adentraría en ir descubriendo ciertas vetas de asombrosa autenticidad, que luego se verán plasmadas en sus originales producciones creativas.
Quizás ellos mismos se pregunten si esa sensibilidad podría ser el causal del problema, de sentirse un bicho raro.. y hasta provocar aislarse.
Gracias a esa profunda sensibilidad inquieta y creativa, sería la que los hace percibir mucho más, al punto tal de no soportar esa terrible realidad que le imponen ya desde chicos de «tener que encajar con los sistemas acartonados propuestos».
Por otro lado, sensibilidad que suelen llevarlos a esa generosidad e inocente bondad que brindan de manera natural, que está bien vista socialmente, de hecho se aplaude cuando una persona tiene ciertos rasgos de sensibilidad humana y algunos hasta se los premia.
Esta sensibilidad humana no se reconoce como algo a despertar en uno mismo y a promover - potenciando ese despertar en los demás... no hay un sistema hasta ahora para pensarlo relacionalmente y llevarlo a la práctica concreta con un sistema riguroso.
Sólo se intenta a cuenta gotas y de manera individual - fragmentaria (fugaz y transitoria), por eso considero hay tan pocos genios a los largo de la historia de la humanidad que se arriesgan a salir del molde y tener sus propias ideas.
A veces pienso.. pareciera como si estuviésemos mirando una película donde nos quedamos fascinados con ese personaje genial y las emociones que nos hizo vivenciar… pero, ¿ nos preguntamos porqué no somos partícipes de esa película, en vez de mirarla siempre desde afuera?
En este contexto, se continúa convalidando cada vez más los sistemas vigentes que aplauden las obras o producciones (La creación o ¡Eureka!) que, por desconocimiento y falta de sistema, van desacreditando esa bella y profunda sensibilidad, que se deviene del proceso de creación en este tipo de estructuras más sensibles, otorgando así mayor poder a las miradas que juzgan y tabulan.
Esto inevitablemente debilita aún más esa personalidad sensitiva y creativa, empujándolos sin darnos cuenta al individualismo, por ende.. menos relacional, ahogando de a poco esa pasión profunda por descubrir desde si mismo y del contexto.
Los efectos hipotéticos en estas personas serían; ese sufrir o padecer la realidad cotidiana, por no reconocer seriamente esa sensibilidad que los hace sentir y vivir más intensamente la vida.
Conllevaría a que esa llama de la pasión creativa cada día sea menos intensa, que esa desgastada energía por la cotidianidad nos impida desarrollemos nuestra auténtica identidad, provocando nos vayamos cubriendo con corazas o pseudo personalidad para defendernos de alguna manera de esa penetrante aparente realidad que nos arrasa.
Pero si comenzamos por reconocer que esa música misteriosa humana está en nosotros, y la sensibilidad se fuese despertando, podríamos permitirnos desarrollar con mayor profundidad la intuición, ese olfato que nos brinde una inédita perspectiva de la realidad, que nos acerque hacia los caminos de un maravilloso Crear-Creándonos.
Esto nos podría impulsar esa pasión por descubrir algo que va mas allá de la realidad tal cual la conocemos (no sólo estática), una intensa energía de vida que hasta ahora desconocemos de nosotros mismos, el cual funcionaría como motor evolutivo humano.
Lo esencialmente humano que somos; donde lo relacional-social, sería la clave para que se vaya gestando un ida y vuelta entre las personas, generando esa inmensa energía vital, que nos inste a sensibilizarnos y potenciarnos en reciprocidad.
Bella y profunda sensibilidad creativa de ciertas personas que puedan ir encendiendo chispas en otras que así lo vayan captando-reconociendo y valorando.
Ir descubriendo mutuamente ese hermoso y digno lugar desde donde sentirnos y apasionarnos más, mientras nos vamos potenciando mutuamente, que sería para lo que hemos sido dignamente creados.
Reiterando una de la Hipótesis de base: "Esa música profunda que escuchaba Bethoveen no está sólo en él, ..esa música está en cada uno de nosotros y pide a gritos salir.." !!
Esa bella y profunda Sensibilidad sólo de Genios ?
Al menos intentar; Escucharla, Sentirla. Vivenciarla y Compartirla para potenciarnos entre nosotros y así evolucionar digna y humanamente.
Gracias por acompañarme con tu lectura hasta aquí.
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